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Mononoke

resaca

La calma de la resaca llegó despacio,
entró sin avisar, y no me dejó paso.
No es pereza, es certeza
de que nada sale bien,
de que el esfuerzo es solo eso, esfuerzo,
y la recompensa, nunca llega.

Dónde está la marca que separa
lo que está bien de lo que está mal,
dónde está la frontera que limita la sinceridad.
Cuántas lágrimas salpican mi almohada,
cuánto dolor cala en mi colchón,
cuántas sonrisas falsas tiene mi rostro,
ojos desnudos al mundo,
que tanto ofrece y nada da,
mañana será otro día,
otra página que pasar...

p.M hace tiempo, un día de resaca.

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